De septiembre a noviembre quise hablar pero no pude
Abracé mis pensamientos de sofá y ropa tendida
La colcha hundida sin motivo en rebeldía
Brindé por el reencuentro con las nubes
De diciembre a marzo al Fénix le dio pereza, y no voló
Caminé peregrino a la meca de la mentira por tu mirada
Canté por no reír y reí por no llorar
De diciembre a marzo buscadme con Talía en cualquier barricada
De abril a junio, las madrugadas de agua-sal
Por cuatro se quebró la urbe
Viva la hipocresía, vive la lumbre
Esconden los mozos las manos llenas de polvo y cal
En Julio caminé por baldosas amarillas
Se resecó mi alma. Se llenaron calles de faroles y sillas
Agosto me sedujo pero no pudo. Saco de mí la rutina, metió mi ser en un zulo
Y por no gastar no pensé.
Y por pensar no hablé.